Por: Federico Solórzano
El turismo cada día avanza con mayor fuerza en todas sus modalidades. Casas de campo, condominios, infraestructura hotelera y residenciales de verano, son solo algunas de las modalidades
que se ofrecen para una amplia gama de personas que motivas por la exuberancia y la belleza de la naturaleza nacional llegan a Costa Rica buscando una experiencia diferente a lo que se ofrece en otros lugares del mundo.
Sin embargo, todo este desarrollo inmobiliario también esta ligado a nuevos retos a los que se deben enfrentar los pobladores de aquellas zonas que tienen potencial. La mala planificación, la contaminación, el manejo de los recursos y sobre todo el crecimiento humano que va ligado a la generación de desechos líquidos y sólidos son algunos de los temas que empiezan a debatirse al interno de las comunidades.
Los nuevos visitantes tienen sistemas de vida diferentes, manejan un mayor consumo de productos importados y desean vivir de acuerdo a los modelos a los que están acostumbrados. Por ello, cada día se ve con más frecuencia en las pulperías y supermercados artículos que nunca antes se habían visto o que no eran consumidos en grandes cantidades, pero que ahora se vuelven cotidianos. De esta manera la demanda de artículos que antes no eran necesarios poco a poco se vuelven indispensables y cambian de alguna forma el modelo de consumo del costarricense, quien se adapta a los cambios.
Entre mas consumo hay, lógicamente mas desechos se generan y es allí donde nacen los
recicladores informales como una fuente de solución para este grave problema. Algunos de ellos van dando vueltas por la calle con un saco en la mano, otros van con una carreta y los mas sofisticados pueden ir en un pequeño camioncito recogiendo cuanto material inservible va quedando abandonado. Esos desechos que para el resto de la humanidad no son sino el desperdicio de un mundo de consumo, para ellos son una fuente de ingresos que definen sus vidas.
Algunos trabajan con el apoyo de sus familias de manera independiente, otros forman cooperativas para trabajar en conjunto y otros forman microempresas. Sin embargo, su labor no siempre es bien remunerada y al contrario de lo que se podría pensar, en lugar de ser exaltados en la sociedad por el gran beneficio que generan muchas veces son criticados y humillados. Por eso, es importante ante todo reconocer su gran esfuerzo y debemos ayudarlos para que logren mejorar sus condiciones de trabajo.
Por lo general, siempre están esperando que el gobierno y las instituciones que lo conforman les ayuden de alguna manera a mejorar su situación. Sin embargo, la falta de un terreno legal donde puedan construir un centro de acopio con las normas que exige la ley, es uno de los principales impedimentos para desarrollar su trabajo de acuerdo a los requisitos que les exigen. Por eso algunos de ellos trabajan de manera clandestina, pero nunca pierden la esperanza de que algún día van a poder cumplir con todos lo requisitos para constituirse legalmente y tener sus empresas funcionando.
Para nadie es agradable meter las manos entre la basura, sin embargo los recicladores todos los días lo hacen. De allí extraen latas, tetrapack, cartón, vidrio, plástico y un sinnúmero de objetos que pueden ser reutilizados o reciclados y que de otra forma quedarían tirados en cualquier botadero o relleno sanitario.
La manera más fácil de ayudar es separando los materiales, evitando que los desechos de alimentos se mezclen con los empaques industriales. El siguiente paso es buscar a los recicladores para entregarles el material lo mas limpio posible, para que ellos lo puedan clasificar sin poner en riesgo su salud.
El tercer paso es educar a nuestros hijos con el ejemplo, motivándolos para que aprendan a mantener limpia la comunidad y evitando que se conviertan en generadores de basura sin control.
Si todos contribuimos en este esfuerzo, poco a poco vamos formando una red en la que también participamos activamente dando soluciones fáciles y desde nuestra propia casa. De esta manera, los recicladores mejorarán su calidad de vida y permitiremos que su trabajo sea más fácil y en condiciones más agradables.
Si usted está interesado en ayudarnos a reivindicar la labor del reciclador y a ayudar a descontaminar al mundo de todos los desechos que todos los días producimos contáctese con la Red de Reciclaje y sea parte activa de la solución.
Palas, rastrillos, guantes, mascaras, tapabocas, impermeables, carretillos y botas de caucho son algunos de los nuevos equipos con los que cuentan los centros de reciclaje de Telesecundaria de Sierpe, Mini Centro de Reciclaje de Bahía Drake, Centro de Reciclaje del Colegio de la Palma, Grupo Coopecorcovado de Guadalupe de la Palma, Centro de Reciclaje Osa Linda Osa Limpia, Centro de Reciclaje el Manglar y Grupo Rana del Colegio de Puerto Jiménez. Para recibir estos materiales donados por el Proyecto Intercambio de Experiencias Aprendidas y Acompañamiento de Nuevos Programas de Reciclaje en la Península De Osa que ejecuta la Fundación Corcovado, los administradores de los centros de reciclaje firmaron una carta en la que se comprometen a :
o o material reciclado por fuera del mismo.
